Si bien las propinas son voluntarias en muchos países del mundo, muchos extranjeros se muestran reticentes o molestos al sufrir en su billetera la imposición de propinas en Estados Unidos. Si no querés quedar mal en los restaurantes o taxis de la ciudad o si eres de los que lleva a rajatabla el control de los gastos de tu viaje, ten en cuenta que no solo en los restaurantes. En el bar, la peluquería, el hotel o el taxi, el cliente da por hecho que vas de dejar un generoso «tip», vocablo que significa «propina» en inglés.

Vida viajera reconoce que no siempre es fácil dejar en una factura unos cuantos dólares más del dinero que tanto te cuesta ganar. Pero debido a que los neoyorquinos en las industrias de servicios (hoteles, restaurantes y transporte) generalmente no tienen la propina incluida en sus salarios, los empleados esperan recibir propinas y están muy agradecidos por ello. No te debes molestar, pero asegúrate de mostrar agradecimiento por un excelente servicio de New York City. Ten en cuenta que actualmente hay una gran cantidad de restaurantes que están implementando una política sin propinas, ya que agregan un recargo administrativo o de servicio, o han aumentado los precios, y usan el dinero para ofrecerles un mejor salario a sus trabajadores (generalmente, la política se indicará en el menú o la factura).

En relación con esto, a continuación detallamos el monto de las propinas:

Portero del hotel: USD 1 por llamar un taxi.

Botones y maleteros: USD 1–USD 2 por valija.

Servicio doméstico: USD 1–USD 2 por día de tu visita, o como máximo USD 5 por día.

Camareros y bármanes: entre un 15 y 20 por ciento del total de la factura. Los bármanes generalmente esperan al menos USD 1 por cada bebida que te sirvan. Luego, cuando el bar se llene, ¡estarás agradecido de que el barman se acuerde de ti!

Conductores de taxi: entre un 15 y 20 por ciento del total de la tarifa.

Estilistas: entre un 15 y 20 por ciento del costo total del servicio.

Las propinas para otro personal de servicio, como acomodadores de cine, guías turísticos y personal de guardarropa, son siempre bienvenidas.

Cuando viajemos a la gran manzana o cualquier otro destino de Estados Unidos ya sabremos cuanto dejar de propina.