El equipo de Vidaviajera subió al Buenos Aires City Bus de Grayline (el rojo) y vivió la experiencia de disfrutar la ciudad de Buenos Aires como turista.
Arrancamos bien temprano en la estación 1, Diagonal Norte casi Maipú. (en la parada hay un local de gift shop). Allí nos esperaban Ángel, el chofer y Débora, tripulante de cabina, quienes con extrema amabilidad atienden todos los detalles para que la experiencia sea placentera. En todo el recorrido pueden escucharse en varios idiomas los audios que cuentan detalles de los lugares por los que el micro va pasando.
El micro rojo estaba listo para partir, aguardó a algunos turistas rezagados que, a pesar del frio de esa hora, se animaron y se subieron a la parte superior abierta. (cabe aclarar que en el primer piso también hay una cabina cerrada) y dio comienzo a la experiencia.
El recorrido total dura poco más de tres horas, nosotros hicimos medio trayecto, sólo la zona sur de la ciudad, en la próxima ocasión visitaremos el norte. Al principio cuesta un poco acostumbrarse a los árboles y los semáforos que parecen rozarte la cabeza, luego de un rato te acostumbrás.
Durante el viaje, las personas pueden bajarse en cualquiera de las paradas y volver a subir en el transcurso del día en el próximo micro. Las unidades tienen una frecuencia de 30 minutos y las personas pueden saber a que hora llega el próximo colectivo, consultando en la web por el GPS con geolocalización.
Grayline es la mayor empresa de «Sightseen» del mundo con más de 105 años en la industria del Turismo. Tiene sede en Denver, Colorado y con presencia en más de 700 ciudades. Líder en lo que se denomina Hop on Hop Off (significa que los pasajeros pueden subir y bajar del bus en cualquiera de sus paradas tantas veces como deseen hacerlo).
«Hoy prestamos el servicio Hop on Hop Off y algunos tour en distintas ciudades de Argentina pero principalmente de bus turístico», nos comenta Martin Allera, gerente comercial de la compañía en Argentina. «Tenemos ticket de 24, 48 o 72 horas y ofrecemos distintos combos, con navegación, con transfer in – out, con los museos de River y Boca y distintas opciones que el pasajero puede complementar en Buenos Aires.»
«Contamos con 10 buses con una frecuencia de 30 minutos y apuntamos a una frecuencia de 15 minutos a futuro» agregó.
Te compartimos nuestra experiencia en un video de 30 segundos
Finalmente nos bajamos en la estación número 10 en Plaza San Martín (mitad del recorrido), allí nos recibió muy amablemente Oscar Becker, gerente operativo de la firma, con quien intercambiamos detalles de la experiencia.
Puntos fuertes: limpieza, amabilidad, unidades nuevas. Wi Fi.
Puntos débiles: podrían llevar algún catering a bordo, (bebidas, snacks o café a la venta).
Nosotros igualmente disfrutamos de unos ricos mates mientras mirábamos Buenos Aires con ojos de turista. Una experiencia altamente recomendable.
Cualquier información que quieras conocer de Grayline City Bus Buenos Aires podes consultarla acá
Vida Viajera
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