Ubicado en el tradicional barrio de Palermo, es un gran atractivo turístico de la Ciudad de Buenos Aires. Se destaca por su construcción arquitectónica monumental y por grandes eventos hípicos como el Gran Premio Nacional, que se disputa todos los años. A lo largo de su historia, desfilaron por sus arenas los representantes más importantes de la actividad turfística. Cuenta con más de 130 años de historia, cultura y deporte. Numerosos aficionados y curiosos asisten a las carreras que se realizan todas las semanas. Además, los visitantes pueden disfrutar de la mejor y más variada oferta de entretenimiento y gastronomía.

Vidaviajera se acercó al icónico emblema del barrio y lo recorrió con ojos de turista. Hoy el Hipódromo Argentino de Palermo abre sus puertas al público todos los días del año con entrada libre y gratuita, y cuenta con una variada oferta gastronómica, salas de slots, shows, ferias, recitales, centro de compras y eventos que se desarrollan a lo largo del año.

En la parte de slots sólo se permite el ingreso de mayores de 18 años. Pero puede disfrutarse de una parte al aire libre los días que no hay reunión hípica y deleitarse la vista con su admirable arquitectura.

Un poco de historia

Los inicios del impresionante hipódromo que hoy pueden disfrutar vecinos y turistas es en realidad muy poco glamoroso. Existía allí un camino conocido como Camino de las Cañitas, que con el tiempo se convirtió en la Avenida Del Libertador y la Avenida General Luis María Campos. Entre el rio y este camino, había un pantanal, un cañaveral. Había ocasiones en que las aguas del Río de la Plata se desbordaban y llegaban hasta Luis María Campos. Allí mismo, se corrían las carreras cuadreras y de sortijas, y se lo conocía como el Potrero de las Cañitas. Las disputas y la presencia policíal para frenar los enfrentamientos eran moneda corriente.

El Hipódromo Argentino de Palermo recién fue inaugurado el 7 de mayo de 1876. El acontecimiento tuvo gran relevancia e impacto social, e incontables personas se quedaron afuera sin lograr entrar a ver las carreras inaugurales. Los tranvías y trenes no alcanzaron para transportar a todos los interesados en concurrir pese a los refuerzos de 50 vagones extra que el ferrocarril puso a disposición. Aún así, 10 mil personas lograron ver ganar a «Resbaloso» en la primera carrera de la historia del Hipódromo.

En 1883, comenzó a ser administrado por el Jockey Club, que era presidido por su fundador y futuro presidente de la Nación Carlos Pellegrini. En 1885, se realizó por primera vez la carrera del Gran Premio Nacional (Derby Argentino), con la presencia del por entonces presidente del país, Julio Argentino Roca. El vencedor de este gran evento fue el caballo Souvenir, montado por un jinete uruguayo que tenía tan sólo 11 años de edad.

En la construcción original del hipódromo, había una tribuna para 1600 personas y 40 palcos para familias. En 1908, bajo la administración de Pellegrini en el Jockey Club, se realizaron reformas a cargo del arquitecto francés Louis Faure Dujarric, la Tribuna Oficial fue reemplazada por la actual (con capacidad para 2.000 personas), forma parte del patrimonio arquitectónico de la ciudad.
En 1994, se reinaugura la Tribuna Oficial, remodelada y reciclada, lo que permitió obtener una edificación moderna y confortable.
Personalidades famosas visitaron el Hipódromo; disfrutando de almuerzos y cenas como asi también de importantes cocktails ofrecidos en el Restaurante de la Tribuna Oficial, entre ellos los presidentes Julio A. Roca, José Figueroa Alcorta, Carlos Pellegrini, Hipólito Irigoyen, M.T. de Alvear, Ramón Castillo; artistas como Miguel Cané y Carlos Gardel.

El Hipódromo Argentino de Palermo recibió su nombre actual recién en 1953. A lo largo de su historia, desfilaron por sus arenas los representantes más importantes de la actividad turfística.

Curiosidades

Uno de los más asiduos visitantes del Hipódromo de Palermo fue el mítico Carlos Gardel, que era propietario del caballo “Lunático”, montado por el célebre jockey uruguayo Irineo Leguisamo. Justamente, es a Lúnatico a quien Gardel le dedicó el tango “Leguisamo solo”. Numerosos tango de los años 1930, 1940 y 1950 dan cuenta del fervor popular que existía por el deporte hípico en aquellos años.

Agradecemos al ente de turismo de Buenos Aires. Entur.

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