En los recorridos de vida viajera por New York no podía faltar la visita a la Gran Terminal Central, ubicada en la 89 E 42nd St, New York.
Esta gran terminal central tiene muchísima historia, ya que el 2 de febrero de 1913, una multitud acudió a la inauguración de la estación ferroviaria más grande del mundo en esa época, la Gran Central Terminal de Nueva York. El complejo fue el primero del país únicamente destinado a trenes eléctricos (en sustitución de los de vapor). Se tardó una década en construirse y costó la suma de 80 millones de dólares, unos dos mil millones al cambio actual.
Un reloj de casi cuatro metros de diámetro de Tiffany (el mayor de esta marca) preside la fachada sur de la estación. Sobre él descansa un monumental conjuntoescultórico diseñado por Jules Couton y concluido en 1914.

A finales de los años noventa, la estación pasó por un lavado de cara de 500 millones de dólares. El proyecto de restauración incluyó la limpieza de las paredes y el techo del vestíbulo, ennegrecidas por el humo del tabaco. Gracias a ello, se aprecian mejor las siete constelaciones que en 1912 Paul César Helleu pintó invertidas, para muchos una equivocación del artista. Las esculturas de la fachada sur también se repararon.


La estación tiene 44 andenes, lo que la convierte en la estación con más andenes del mundo. Hoy acoge 123 vías y un volumen de tráfico de casi setecientas mil personas al día.

Por todos lados muchas pantallas con información con los horarios de los trenes.


Máquinas automáticas para comprar tickets a varias ciudades y diferentes estados por todos lados en la estación.

Alfred Hitchock rodó escenas de su aclamado filme Con la muerte en los talones en la Grand Central Terminal. No ha sido el único. Lo cierto es que ese icónico lugar deNueva York ha aparecido en un montón de películas: Superman (1978), Armageddon (1998), Soy leyenda (2007).


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