Todos los piratas tienen un temible bergantín, con diez cañones por banda y medio plano de un botín que enterraron a la orilla de una playa en las Antillas. Así versa la canción de Joan Manuel Serrat, «Una de Piratas». En este caso el tesoro se encuentra enclavado en Villa Gesell y vidaviajera se acercó para conocer detalles del parador Windy, que es hoy, el más antiguo de la zona.
Desde 1956 que existe el bar restaurante y parador enclavado en 104 y playa, pero desde 1982 un grupo de amigos decidieron comprarlo, eran cinco socios en aquel momento. Hoy el lugar es regenteado y atendido por su único dueño, Fernando Boloque, un enamorado de la náutica y de las piezas navales.
El restaurante representa un barco pirata, con filibusteros, marinos, un cañón y por supuesto un tesoro. En el interior del salón hay objetos navales pertenecientes a diferentes barcos. «Empecé a comprar cosas y a medida que me fui entusiasmando, encontré un par de tesoros que hoy los tengo dentro del local y a la vista» nos cuenta Fernando.
Cada objeto tiene su historia, hay algunos que pertenecieron a un remolcador ruso cuya tripulación quedó varada en Mar del Plata. Luego los marineros y el capitán se fueron y los barcos quedaron ahí. «a esos barcos le compré las banderas y un montón de objetos. Acá adentro hay más de 40 años de colección naval».
Escafandras, repetidores de mando, el telégrafo del puente y catalejos, son algunos de los objetos que vas a encontrar en la decoración del salón.
Un lugar agradable con linda carta de comidas, la decoración, la vista al mar y la atención del personal son sus puntos fuertes. Podrían ser más grandes las porciones de los platos.
Fuera de temporada abre sus puertas todos los viernes sábados y domingos de 8 a 20 h. y desde noviembre hasta abril lo hace todos los días mañana y noche. El Instagram @windy_bar
Un barco con una extraña historia
A metros de la entrada De la Villa pueden verse dos monumentos sobre la mano derecha, uno es un tótem, el otro es un pequeño barco. La escultura que fue inaugurada en 1977, tiene en su base peces y pinos que representan el mar y los bosques, arriba se encuentra “Don Carlos” luego la familia y una paloma como como ave entrenador que crea y regula los elementos de la naturaleza. El simbolismo, que conlleva el Totem, representa la Familia en libertad disfrutando el bosque y la playa de Villa Gesell. Su autor es el alemán Pablo Annemann.
Metros más adelante de la escultura se encuentra un barco muy pequeño con la publicidad de Windy. Esa embarcación es original y fue adquirida por Fernando hace unos años en Mar del Plata.
El pequeño navío pertenecía a una pareja de alemanes que decidió cruzar el Atlántico, de hecho lo lograron a principios de la década del 80, en una increíble travesía.
La embarcación llamada Hurricane (Huracán) soportó fuertes vientos y marejadas, pero años después, en un confuso y trágico hecho, todo fue judicializado quedando en manos del estado. Meses más tarde, el navío fue comprado a una persona que lo tenía en su poder y su nuevo dueño decidió llamarlo Windy, un viento más suave.
Hoy se encuentra lejos del mar pero nunca faltan las personas que detienen su marcha para poder tomarse una fotografía.
Vida Viajera
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